Realizado por: María José Marsal.
La poetisa Argentina Alfonsina Storni falleció el 25 de octubre de 1938 en Mar del Plata, ciudad balnearia argentina.
Su originalidad en la escritura cambió el sentido de las letras en Latinoamérica. Sus obras pueden dividirse en dos partes: una de corte dramático y otra desde un punto de vista más abstracto y reflexivo.
En sus poesías Alfonsina Storni refleja el dolor ante la enfermedad que padeció en los últimos años de su vida. Fue diagnosticada de cáncer y operada. Esto la llevó a una depresión que la llevaría más tarde al trágico final.
Alfonsina Storni fue una mujer independiente, tal es así que tuvo a su hijo Alejandro sin padre conocido en el Hospital que hoy es el Ramos Mejía. Se desenvolvió en un mundo rodeada de hombres y con muchos amigos del sexo opuesto. Su condición de madre soltera y sus deseos como mujer los reflejó en su libro “La inquietud del rosedal” que se publicó en 1916, pero el libro no tuvo una buena aceptación. Fue una de las primeras escritoras que en esos tiempos pudo insertarse en el Círculo de escritores.
Ella siguió escribiendo y publicó “El dulce caño” en 1918, en 1920 “Languidez”, comenzando a estar rodeada de intelectuales y un núcleo de individuos de la sociedad argentina y uruguaya. También al mismo tiempo escribió una serie de poemas que la harían inmortal.En 1925 publicó “Ocre” que marcó un cambio en su poesía. En 1926 escribió “Poemas de amor” y en 1934 “Mundo de siete pozos”.Colaboró también con diarios como La Nación y Clarín.
Alfonsina Storni fue una de las creadoras de la Sociedad Argentina de Escritores y participó activamente del gremialismo argentino.
Decidió quitarse la vida a los 46 años internándose en el mar arrojándose de la escollera del “Club Argentino de mujeres”. Hay otras versiones de tinte más romántico que aseguran que ella se fue internando lentamente en el mar. Sus restos fueron enterrados en el cementerio de la Chacarita.
Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme puestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme puestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.
Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera,
una constelación, la que te guste,
todas son buenas; bájala un poquito.
Ponme una lámpara a la cabecera,
una constelación, la que te guste,
todas son buenas; bájala un poquito.
Déjame sola: oyes romper los brotes,
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases
para que olvides. Gracias… Ah, un encargo,
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido…
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido…
Luego se dirigió hacia el mar en la playa La Perla de Mar del Plata y se internó en él………
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