martes, 4 de septiembre de 2012


La tormenta de Santa Rosa es un mito en el que seguimos creyendo

Desde 1906 a la fecha sólo en 9 casos se produjeron tormentas un 30 de agosto.

Ver Comentarios (17)  

31.08.2011

foto perfil.com

La tormenta es un mito y es muy probable que ahora se esté convirtiendo en realidad pero debido a los efectos del calentamiento global. | Foto: Cedoc

Ampliar Ampliar
Según la tradición y la convención establecida por el Servicio Meteorológico Nacional, la tormenta de Santa Rosa debe ocurrir cinco días antes o cinco días después del 30 de agosto.
Sin embargo, ayer no pasó nada y el pronóstico del tiempo asegura que solo hay chances remotas de "tormentas aisladas" recién entre la noche del sábado y el domingo que viene.

Mito. Las estadísticas del SMN aseguran que, desde 1906 a la fecha, solo en 9 de los 105 años analizados se produjeron tormentas durante el día 30 de agosto. "Con cierta frecuencia, unos días antes o después del 30 de agosto de cada año se registran tormentas eléctricas, lluvia y vientos en el centro este de nuestro país y en el Uruguay.
Pero no con la regularidad que todos pensamos",asegura Mauricio Saldívar, el meteorólogo que todos los días anuncia el tiempo desde la pantalla de canal 13.
"Si consideramos fechas próximas al 30 de agosto (entre el 25 de agosto y el 4 de septiembre), en Buenos Aires durante el mismo período, en 56 oportunidades (aproximadamente se produjeron tormentas en los días próximos al del santoral de Santa Rosa de Lima, aunque no siempre estuvieron asociadas a precipitaciones intensas y/o abundantes.
Es posible decir, entonces, que la ‘tormenta de Santa Rosa’ es un mito y que es muy probable que ahora se esté convirtiendo en realidad pero debido a los efectos del calentamiento global, ya que se aprecia un incremento en la intensidad y frecuencia de tormentas en todo el centroeste del país".
Leyenda. En 1615, ante el posible desembarco de naves de piratas holandeses en Lima, Perú, una mujer llamada Rosa rogó a Dios que proteja a la ciudad de los asaltantes.
Sin aviso, se desató una tormenta feroz que impidió que las embarcaciones llegaran a tierra. Los creyentes le atribuyeron el poder místico a la religio


Juan Segundo Tibaldi

No hay comentarios:

Publicar un comentario